sábado, 24 de agosto de 2024

Presentación de la novela MAMÁ SUYAY, creadora de nieve

 Por Nando Vaccaro Talledo – Agosto 2024

Mamá Suyay, creadora de nieve, es la más reciente producción literaria del laureado escritor piurano Antonio Zeta, quien, a su corta edad, cuenta ya con varios premios y publicaciones. Con esta obra, Zeta resultó finalista del prestigioso premio Altazor de novela infantil, en su décimo segunda edición. En palabras del jurado calificador, “es un bien llevado relato que ahonda en los misterios y prejuicios del interior, cuando dentro de un colegio las emociones más dispares se intercalan con la sorpresa de un clima que contradice a la naturaleza. La sapiencia milenaria de una anciana pone también el toque peculiar a esta novela, que deja en la punta de la lengua un fin que resolver”.

Hace unas semanas se realizó en Lima el primer lanzamiento, en el marco de la feria internacional del libro. En Piura, el auditorio del ICPNA Región Grau fue el escenario que nos permitió escuchar y estar en contacto con nuestro escritor, en una mesa de honor que compartía con destacadas personalidades académicas y literarias de Piura.

El Dr. Sigifredo Burneo, legendario catedrático, rememoró una experiencia similar a la que tuvo el protagonista de la historia, en su afán de contemplar la la caída de nieve. En su magistral exposición, recordó a Daisaku Ikeda y su planteamiento de un nuevo humanismo, en el que resulta vital la transformación de cada individuo. Por supuesto, hizo un elogio de la lectura, considerándola “un verdadero placer”; y que, para él, Mamá Suyay, creadora de nieve, ha resultado toda una experiencia sensorial.

Por su parte, Alejandro Cano, docente, poeta e integrante del círculo Tertulia Cero, destacó la pericia del autor para construir relatos: “Antonio sabe contar historias, y tiene la capacidad de generar expectativas, aunque, curiosamente, sea un hombre de pocas palabras”.

El catedrático, escritor y editor (del sello Lengash), José Lalupú, redondeó la participación de los distinguidos miembros de la mesa de honor. “Mamá Suyay, creadora de nieve, es un relato conmovedor, que apela a las emociones y por eso nos atrapa”. En efecto, los personajes son “muy humanos”, y esto posibilita que se establezcan puntos de conexión con el lector.

Finalmente, Antonio Zeta nos reveló secretos de su cocina literaria: por ejemplo, que el personaje de Mamá Suyay (cuyo significado en quechua es esperanza) está inspirado en su propia abuela, y que, para esta obra, que empezó en medio de la pandemia, una de sus influencias ha sido Charles Dickens a través de su relato Cuentos de navidad.

De esta manera, Zeta nos ofrece una nueva historia bien contada; lineal, precisa y con momentos de elipsis que retan al lector (que, dicho sea de paso, y como dice el propio autor, pueden leerla desde los 6 hasta los 200 años). Hay, además, un destacado trabajo de carpintería en los personajes principales, con pinceladas inconfundibles en sus características. Al final, la superposición del elemento onírico permite que la realidad y la ficción se fusionen en un abrazo inolvidable.

 

 

jueves, 22 de agosto de 2024

RESEÑA: EL TESORO DE MUNDRAH

Por Nando Vaccaro Talledo – Agosto 2024


En El Tesoro de Mundrah asistimos a una novela del género fantástico; un universo que, si bien podemos referenciar en algunos contextos de la realidad, obedece a un orden utópico, con elementos sobrenaturales, como seres irreales o poderes mágicos (pero es un mundo que resulta verosímil, es decir creíble dentro de ese escenario literario, y ese es uno de los principales logros de la autora). También se le puede denominar novela de formación, en el sentido en que asistimos al desarrollo y descripción de los personajes. De hecho, los capítulos no están numerados sino planteados con el nombre de los tres personales principales: Luke, Damien y Kaori (y según cada cual, el personaje tiene mayor preponderancia).

Presentando la obra en la feria del libro en Piura (junio, 2024).

Sobre el argumento, se trata de una historia que narra la misión de unos jóvenes corsarios (o guerreros) que deben, primero formarse y luego enfrentarse a los gigantes de Mundrah, para conseguir un tesoro que favorezca a su pueblo. En cuanto al tema central de la obra, obviamente más allá de los aspectos propios del orden narrativo como son la aventura, el misterio, la acción y el romance, radica en la amistad, y cómo poniendo cada uno de su parte se puede trabajar en equipo para conseguir los objetivos que se persiguen.

La autora, ganadora del premio Luces (El Comercio) 2023, ha comentado que es amante de los animé, y que precisamente su gusto por este tipo de series fue el caldo de cultivo para su imaginación y la creación del primer libro de la saga, titulado Las islas de Iros. En diversas entrevistas, Blacklow (apellido que proviene de sus ancestros, y que ella ha tomado como seudónimo literario) había adelantado que tiene la proyección de que esta saga tenga 5 ó 6 libros.

En cuanto a los personajes, están los secundarios, como los reyes, los príncipes, los mandos de la milicia; y los principales, las tres figuras estelares de corsarios carmesíes: Luke, Damien y Kaori. Normalmente las referencias que suelen dar los autores es que los personajes centrales tienen algo de la personalidad del escritor, y son como su alter ego, así que podemos inferir que los tres corsarios poseen características de la autora.

Cuando uno lee un nuevo libro es inevitable establecer comparaciones, no cualitativas pero sí referenciales, que se vinculan con las lecturas previas y las experiencias y anécdotas personales de cada lector. A esto en literatura se le llama intertextualidad. En esta novela hay reminiscencias de obras extraordinarias, desde Homero con su Ilíada y La Odisea, pasando por Julio Verne y por su puesto Narnia, El Señor de los Anillos y, cómo no, Harry Potter. Dentro de las varias curiosidades o vinculaciones que la autora ha configurado, por ejemplo, podemos advertir la semejanza del nombre de Las islas de Iros con La isla de los Uros, en el Titicaca, o también que los personajes principales sean 3 (2 hombres y una mujer), como sucede en la saga de Harry Potter.

Respecto al público lector, normalmente se suele establecer ciertos parámetros etarios para una mejor identificación y acceso al libro según edades. En este caso, podría decirse que es para un público juvenil, desde los 13 años (que es más o menos la edad de los protagonistas) hasta los 22 ó 23 que, en promedio, se concluye una carrera y donde estrictamente empieza la vida adulta. Sin embargo, este tipo de obras, si bien pueden tener ese parámetro para su ubicación en un estante de librería, yo creo que son transgeneracionales (aunque este término en psicología tenga otra explicación teórica), en el sentido que es de lectura abierta, desde que se inicia la secundaria hasta el último aliento de vida.

Nota: como información complementaria e interesante de la autora (cuyo nombre es Luana Mitre), cabe destacar que es hija de Marisol Martínez, quien fuera Miss Perú, y su padre es Fahed Mitre, productor musical (autor de la célebre canción interpretada por Eva Ayllón Estoy enamorada de mi país), y su abuelo fue el entrañable periodista y conductor Humberto Martínez Morosini.


martes, 6 de agosto de 2024

LOS LIBROS NO SON DEMASIADOS

Por Nando Vaccaro Talledo

Hace unos años, en un taller de escritura creativa, un compañero del grupo se quejó con el maestro Cronwell Jara, a cargo de la actividad: “no es justo. Usted a nuestra edad tenía que leer menos libros que nosotros”. Es cierto, aunque, a mi parecer, no injusto; injusto sería no poder leer o no tener recursos para acceder a un libro. La cuestión es: ¿qué debemos leer? Sentirnos en la obligación de abarcar los demasiados libros que han sido publicados sería como pretender escuchar todas las canciones que se han compuesto, o probar todos los platillos que se preparan en el mundo. Una vida entera dedicada a esos menesteres no alcanzaría. Es absurdo de sólo pensarlo.

En su obra Los demasiados libros, Jorge Zaid hace una revelación Malthusiana: de continuar la progresión editorial, para el 2050 habrá más libros publicados que lectores. Todos sabemos que leer libros es positivo, del mismo modo que es favorable alimentarnos bien. El problema está en que no sabemos qué leer ni cómo nutrirnos correctamente. Una cosa es leer al paso y comer para llenarnos, y otra que la experiencia de lectura sea transformadora y que la alimentación resulte provechosa. En ambos casos, es trascendental haber iniciado desde pequeños con ambas prácticas, hasta que se conviertan en parte inherente de nuestros hábitos.

Para tales efectos, el rol de los mediadores (guías o referentes) es fundamental. La lectura “se contagia por los lectores en acción: padres, maestros, amigos, escritores, traductores, críticos, editores, tipógrafos, libreros, bibliotecarios y otros animadores del gusto de leer”, precisa Zaid. De acuerdo con el escritor Javier Arévalo, “sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños”. Sin bibliotecas, sin demasiados libros y sin alguien que nos acompañe a ese encuentro es muy difícil iniciarnos en la lectura, como imposible es alimentarnos bien si nunca llevaron a nuestra mesa variedades de verduras, tubérculos, frutas, cereales y menestras.

Escritor Javier Arévalo (fuente: diario Perú21)

Los padres, maestros, guías y referentes cumplimos una función de mediación imprescindible: la de abrir el apetito por la lectura y la buena alimentación. Eso no significa imponer lo que se debe elegir, sino propiciar que el asombro y la curiosidad sacien ese apetito. Tengo la corazonada de que la vorágine del mundo actual nos va a llevar a tomar acciones por una vida menos sobrecargada y más natural: alimentación balanceada, actividad física, aire puro, lejos de las pantallas (al menos, por necesarios intervalos) y, por supuesto, con un libro físico entre manos.

Que haya cada vez más libros no es motivo de preocupación sino de alegría. Es como ver todo un campo cultivado por diferentes especies, algunas más provechosas y nutritivas que otras. Felizmente, las predicciones de McLuhan no fueron precisas, porque ni las más avanzadas tecnologías han sentenciado la muerte del libro; por el contrario, día a día florece con nuevas e inexploradas páginas.