sábado, 30 de julio de 2016

ACUERDOS EN LA PAREJA PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS


Por Nando Vaccaro Talledo - Julio 2016

En el marco de un ciclo de conferencias y encuentros denominado “La pareja como núcleo de la familia: el amor es una decisión”, organizados por el colectivo por la salud mental “Hna. Margaret Walsh”(1), se realizó el viernes 22 de julio, en Chulucanas, la exposición sobre métodos y estrategias para resolver conflictos de pareja, a cargo de la licenciada en psicología Fabiola Baldeón Wong. A continuación, el resumen (y no digo lo más destacado porque todo lo fue) de su presentación.

En una breve introducción, la psicóloga manifestó que se debe dedicar un tiempo concreto a la resolución de problemas en la pareja, que debe existir actitud de ambos porque el inconveniente siempre es de los dos; y lo más importante es la colaboración y la disposición a cambiar para ser feliz y hacer feliz.

“La salud mental la hacemos todos”, enfatizó la licenciada, entendiendo que cualquier acción positiva para nuestras emociones contribuye a la paz del alma y de la sociedad. Es importante saber que “la esencia del carácter (colérico, por ejemplo), no va a cambiar, pero sí la actitud frente a ese carácter. Se debe reconocer y tomar medidas para atenuarlo y disiparlo”, aconsejó Baldeón.

En terapia “una de las primeras cosas que se deben definir es
si hay o no amor en la pareja”, para lo cual habrá que deslindar el amor verdadero, que es puro, del amor emocional, es decir la química o necesidad corporal. Asimismo, afirmó que no es saludable saltar etapas porque lo más probable es que la inexperiencia después se encargue de fermentar nuevos inconvenientes.

REGLAS GENERALES EN LA FASE DE 
SOLUCIÓN DEL PROBLEMA
Ø  No discutir más de un problema a la vez.
Ø  Practicar ambos la escucha activa resumiendo lo que el otro dice antes de intervenir.
Ø  No hacer inferencias, juicios ni suposiciones; hablar de lo observado.
Ø  Evitar la lucha de poder.

FASES DE SOLUCIÓN
·         Centrarse en la solución y no volver al planteamiento una y otra vez.
·         Las soluciones han de centrarse en definir cambios con las conductas de ambos (entrenamiento de asertividad).
·         Hacer lista de soluciones con pos y contras (por escrito).

5 LENGUAJES DEL AMOR (del libro, con el mismo título, de Gary Chapman)
ü  PALABRAS DE AFIRMACIÓN
ü  TIEMPOS DE CALIDAD
ü  REGALOS Y SORPRESAS
ü  ACTOS DE SERVICIO
ü  TOQUE Y ACERCAMIENTO FÍSICO

(1) El colectivo por la salud mental Hna. Margaret Walsh es
una asociación civil sin fines de lucro, ecuménica y fraterna, originada en Chulucanas, Piura, y cuyos integrantes somos seres humanos de diversas profesiones y labores, que se fusionan con el fin último de coadyuvar a la salud mental y emocional de la comunidad a través de diversos eventos y actividades que procuran la participación  e integración de toda la familia.  








                

viernes, 22 de julio de 2016

LO QUE LA COPA NOS DEJÓ



Por Nando Vaccaro Talledo – Junio 2016


“Por suerte, todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado cara sucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad”.

Eduardo Galeano


     Después de la última final de la Copa América (edición centenaria) se ha hablado de muchas cosas, pero poco o nada de los méritos deportivos de Chile para llegar a la final y obtener el campeonato. Lionel Messi ha sido el foco de atención (pero no precisamente para aplaudirlo), y su nombre el más referido en buscadores de internet y redes sociales. Tres finales con su selección, ningún título obtenido y el penal errado abrumaron al capitán albiceleste que decidió renunciar.
Esta decisión, para algunos precipitada, para otros irresponsable, es lo que generó todo el revuelo mediático y levantó tal polvareda de gallos locos que hasta el presidente Mauricio Macri se pronunció al respecto.
Ahora bien, más allá de lo que se piense sobre el rendimiento de Messi, su renuncia a la selección, si fue o no "justo" el triunfo de Chile, entre otros aspectos de aquella final, hay varios temas de coyuntura social para analizar.

SER LOS PRIMEROS: en la actualidad, en casi todas las esferas de la vida, impera la exigencia no solo de competir sino de ser los primeros, de sobresalir, de incluso utilizar mecanismos de engaño y trampa con tal de ganar, porque está “permitido” valerse de cualquier medio para conseguir los fines y laureles. Y es una creencia que se arraiga en el sistema socioeconómico que impone el orden establecido y que se fermenta con el bombardeo publicitario: la felicidad únicamente se obtiene siendo el mejor, superando al resto. Y este paradigma le fue trasladado a todo el equipo argentino y sobre todo a Messi, a quien pareciera le está prohibido perder, incluso quedar segundo, porque como él representa a un país piensan que su derrota es la de todos. 

TRIUNFOS DEPORTIVOS ATENÚAN CONFLICTOS SOCIALES: cuando Nelson Mandela fue liberado y asumió como presidente de Sudáfrica vio en el deporte la posibilidad de encontrar un respiro al sufrimiento que había generado el apartheid, una tregua a la falta de indulgencia y la posibilidad de estrechar lazos. La idea de él no era campeonar para olvidar los padecimientos y alcanzar la armonía social de la noche a la mañana (vaya utopía) sino que el deporte sirviera para unir al pueblo y concertarlos como nación. Cuanto más avanzaran en el torneo (campeonato mundial de rugby de 1995 realizado en el mismo Sudáfrica) obviamente ayudaría a despojar la tristeza y atraer el entusiasmo, reuniendo a su gente en un abrazo ecuménico. En Argentina, así como en muchos países de Latinoamérica y otros subdesarrollados (moral, cultural y económicamente) el atraso, las injusticias y todos los conflictos sociales tienen a la población viviendo oprimida, insatisfecha; una posibilidad para olvidar, por unos días al menos, la desazón de un ambiente social aciago son los eventos deportivos. El equipo argentino de fútbol, con Messi a la cabeza, sentía la obligación de ganar para "darle una alegría al pueblo", y los medios de comunicación y la propia comunidad argentina se lo hicieron saber a través de las redes sociales.

ACUMULACIÓN DE ESTRÉS: hay personas que asumen como propios los roles y las responsabilidades que deben ser compartidos por un grupo humano, cuando este se prepara para obtener un logro (de alcance colectivo). La mayoría de los jugadores argentinos asistieron a la Copa América Centenario trajinados por las múltiples competencias de sus ligas. Y aunque no pareciera que ello fuese determinante (porque llegaron a la final tras una goleada sobre EE.UU.), sí lo fue el factor emocional-psicológico, que en los jugadores argentinos merece un análisis aparte, pues ya van siete finales sin poder ganar. Y, a mi entender, esto explica porqué un jugador como Messi, que hace goles de 30 metros, al ángulo y con barrera, no convierte un penal que, aparentemente, es más fácil de concretar.

EL FÚTBOL ES UN JUEGO COLECTIVO: los jugadores chilenos, a diferencia de los argentinos, jugaron la final con mayor aplomo y entereza, desarrollando condiciones que ni en sus propios equipos las suelen mostrar. No es que Argentina haya jugado mal, pero no lo hizo según lo esperable y de acuerdo al rendimiento individual que sus jugadores muestran en los clubes (además que pretendieron recargar la iniciativa, las jugadas y soluciones en la habilidad de Messi). Es decir, en el fútbol no se puede hacer la siguiente ecuación: suma de jugadores individualmente brillantes en sus clubes es igual a extraordinario desempeño colectivo en una selección. Para conseguir el alto rendimiento de un seleccionado nacional tiene que haber más que jugadores con condiciones resaltantes, porque prevalece todo un esquema y planteamiento de trabajo que en Chile se evidenció, y que estuvo potenciado porque sus jugadores brillantes sí rindieron a la altura de las expectativas (y los de Argentina no). 

LA DECISIÓN DE MESSI: 
no cabe duda que la tomó con una presión agobiante sobre sus hombros, abatido por no haber logrado el título, que no era tanto para él ni para seguir estirando sus estadísticas siderales sino para “su gente”, y él lo sentía de esa manera (creo que no necesita ganar títulos con su selección para demostrar que es uno de los mejores de la historia y el más destacado de la actualidad, desde hace una década). Es cierto que por una parte pudo haber dado la imagen, sobre todo a los más jóvenes, de que, cuando no se puede alcanzar algún logro, hay que apartarse y renunciar, y quizá esa no sea la mejor referencia. Pero en la cabeza de Lionel imagino que habrá habido los siguientes pensamientos, completando la frase en la que manifestó: “ya está, lo intenté tres veces, y no se pudo”…Y como las personas creen que soy una máquina que gana todo, entonces quedar en segundo puesto no es una posibilidad, sino el peor fracaso que pueda haber… (y pensar que antes de Messi Argentina hacía varios años que no llegaba a la final de ningún campeonato; pero, como hemos visto, uno solo no va a ganar los títulos, aunque ese uno solo haya sido quien posibilitó, en mayor medida, arribar a la final).

QUEDAR SEGUNDO ES LO PEOR: ese es el “encargo” que tenía Messi incluso antes de empezar el campeonato, que él y su equipo debían ganar porque de lo contrario de nada valía su esfuerzo en cada partido, ni los hermosos goles que nos regaló, ni las jugadas que solo él puede hacer. No. Tienes que ganar, Messi, porque si no, nunca serás considerado igual o mejor que Maradona, y por lo tanto no te vamos a querer. Yo creo que a Messi poco le importa si algunos piensan que es o no mejor que Maradona; sin embargo, lo que sí le duele es que se haya propagado ese mensaje no tan subliminal de amenaza: ya lo sabes, Lionel, si no lo logras te repudiaremos (si esto lo llevamos a otra realidad, muchos padres y profesores ponen en jaque a sus hijos y alumnos cuando los compararan con otros que han obtenido mejores resultados, y que “debes ser siempre el primero para triunfar en la vida”, les dicen).

AHORA SE DAN CUENTA: probablemente si Messi no hubiera renunciado a la selección, con esas sinceras palabras que brotaron del fondo de su espíritu afligido, las personas lo hubiesen criticado sin piedad como en la anterior final, responsabilizándolo de la “desgracia”. Ahora quienes están dolidos, tristes y preocupados son los hinchas argentinos y todos aquellos que estuvieron a punto de jalar el gatillo de la crítica, pero que callaron cuando se dieron cuenta de que Messi en verdad lo intentó, pero que él solo no puede, y que las piernas no responden cuando se tiene toda la presión de un país encima. Ahora ese país se da cuenta de lo que perdería si Messi ya no vuelve a vestir la 10 albiceleste. Esperemos que, cuando baje la marea, “Lio” regrese a su selección, no solo por el bien de ellos sino de todos los que amamos el fútbol, porque verdaderamente este deporte no es solo un partido en la final de un torneo o levantar un título más; el fútbol (como la vida misma) es cada partido, cada toca y devuelve, cada maniobra, cada tiro libre al ángulo, pases de cuarenta metros al pie y goles por doquier. Porque con Lionel Messi la expectativa de buen fútbol se palpita siempre, antes de cada silbato inicial.

Para finalizar este partido (digo bien, este artículo) viene a colación otra frase del genial Eduardo Galeano: “Los niños no tienen la finalidad de la victoria, quieren apenas divertirse. Por eso, cuando surgen excepciones como Messi (y Neymar) son entonces ellos para mí un verdadero milagro”.










martes, 19 de julio de 2016

UN LUSTRO SIN FACUNDO CABRAL


Por Nando Vaccaro Talledo (julio del 2016)

Hace cinco años apagaron su voz balas de maldad y egoísmo, que penosamente existen, pero que son una parte mínima de la realidad, en la que reina la belleza del mundo, la bondad y el amor de las personas (de lo contrario la vida no podría continuar ni  florecer a cada instante). Apagaron su voz pero no su canto ni sus melodías, como tampoco sus reflexiones llenas de sabiduría y esperanza.

El 9 de julio del 2011 Facundo Cabral abordó la camioneta de Henry Fariñas, que había organizado una breve gira del cantautor por Centroamérica. El vehículo fue conducido por este hombre, que se ofreció a llevarlo al aeropuerto de Guatemala después de un concierto. En el trayecto fueron interceptados por unos individuos que dispararon a la ventana del acompañante, donde estaba sentado Facundo. Lo usual era que el empresario ocupara aquel lugar (y sus invitados, los asientos posteriores); pero ese día él quiso conducir en vez de hacerlo su guardaespaldas, y esa decisión le quitó la vida a Cabral, que nada tenía que ver con esos mafiosos (también dispararon a la cabina del conductor, que resultó herido).

Él había sido convocado para cantar, para regar el alma marchita de mucha gente, y su confianza desmedida en el prójimo no lo hizo sospechar y menos averiguar los turbios vínculos de Fariñas, porque Facundo solo se dedicaba a hacer lo que amaba, y no tenía tiempo ni para pensar mal de la gente (tras el incidente el pueblo de Guatemala hizo una marcha para exigir justicia y “pedir perdón al mundo”. Actualmente los asesinos están presos, y lo estarán por casi medio siglo, igual que Fariñas está recluido por narcotráfico y otros cargos).  

Aunque su salud era precaria y los médicos le habían prescrito no andar en trajines ni viajar en avión, Facundo Cabral no podía permanecer quieto e indiferente porque “la vida es el arte del encuentro, y está en constante movimiento”. En alguna de las conversaciones que tuvimos, gracias a la honorable amistad que pude tener con él, Facundo me confesó que no podía detenerse, que la vida carecería de sentido si no le entregaba al mundo lo mejor que había en su corazón. Y vaya si lo hizo, a pesar de sus achaques en los últimos años y de costarle caminar (usaba un bastón), tanto que por momentos parecía que se iba a desvanecer. Sin embargo, su fuego interior ardía de tal forma que en el escenario desplegaba una energía asombrosa y tan contagiante que hasta sacerdotes, rabinos y pastores acudían a verlo para revitalizar sus emociones.

En 2007 tuve el gran privilegio de conocerlo personalmente, acompañándolo en varias presentaciones que realizó en diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires, en Argentina; esos episodios se han convertido en una de las vivencias más enriquecedoras de mi vida. Gracias a su obra, desplegada en libros, canciones, poesías, versos, axiomas, aforismos y referencias de seres humanos extraordinarios, Facundo me hizo descubrir un mundo lleno de posibilidades, de gratas sorpresas, y sobre todo saber que siempre se puede empezar de nuevo y que cada amanecer trae consigo nuevas oportunidades (en honor y agradecimiento a esa amistad mi hijo lleva su nombre). Alguna vez lo propusieron para que sea candidato al premio Nobel de la paz, algo que no requería para vivir mejor y ser feliz porque él era la misma paz, y no era necesario que un galardón se lo recordara.

Van estas líneas en respeto a su memoria, pero sobre todo a su universal e imborrable presencia porque, aunque su cuerpo ya no camine sobre la tierra, sus creaciones nos acompañarán por la eternidad, así como el legado de Jesús, de Teresa de Calcuta, de Ghandi, y de todos aquellos que, como canta Ricardo Arjona, murieron con una sonrisa en los labios porque fueron verbo y no sustantivo.

Como agradecimiento a la vida, que me ha dado tanto, y por haber tenido la dicha de conocerlo, siento que ese privilegio no puede ser solamente para mí y debe ser expandido, porque nadie es dueño de nada si no lo comparte. Por eso me comprometo a seguir difundiendo su obra, que, como bien decía Sara, su progenitora, “es un baúl donde el mundo ha depositado todas sus maravillas”.