Por Nando Vaccaro Talledo – septiembre 2024
Asomada en una cornisa que observa a un lado lo realista y al otro lo fantástico,
la novela Historia de un brazo, de Ricardo Sumalavia, nos invita a
recorrer los laberintos de la memoria familiar, y cómo el deceso de un ser
querido devela misterios inesperados. El narrador-protagonista se dispone a
realizar los trámites posteriores al fallecimiento de su padre; pero, en lugar
del duelo y el sosiego que afloran a un acontecimiento de esa naturaleza, la
muerte es el punto de partida para desenterrar diversos sucesos que se
relacionan directamente con la malformación que tuvo su padre: un tercer brazo,
que en realidad es un brazuelo, con "las dimensiones de un brazo de bebé de
pocas semanas de nacido”, y cuyo origen pudo haber estado en un “hermano gemelo que
debió nacer con él”.
![]() |
Foto: portal web: cosas.pe |
De todos modos, sea cual fuere la procedencia de ese brazuelo, que es de por sí un elemento raro y extraño aunque no sobrenatural (la polimelia, frecuente en el ganado vacuno, es una anomalía genética que origina miembros supernumerarios, y la micromelia es la presencia de extremidades pequeñas o acortadas), tendrá el protagonismo en momentos clave de la vida del padre. En esta obra, como bien ha manifestado el propio autor en una entrevista concedida al portal Libros a mí, Sumalavia retrata algunos de sus tópicos más recurrentes: las relaciones familiares, la descripción del centro de Lima, el uso de un lenguaje que seduce a través del erotismo, la sordidez y elementos de suspenso.
En efecto, en Historia de un brazo asistimos a un relato que no se
ha quedado en la meseta de un género, sino más bien que ha sabido fusionar
diversas manifestaciones literarias con el temple necesario para teñir de humor
un aspecto que genera, en distintos escenarios y estratos sociales, rechazo y
discriminación. En ese sentido, la adaptación que tuvo en vida el padre con su
brazuelo nos invita a reflexionar que, más allá de las indirectas y miradas
esquivas, cada persona le da sentido a su condición y construye su destino.
Además, nos muestra cómo una familia disfuncional y desbaratada por los malos
comportamientos puede dejar atrás rencores para rociar su propio combustible de
empatía.
Los tiempos de la narración y los recursos utilizados como el racconto, el
flashback y las digresiones permiten conocer el pasado, los antecedentes de la
relación principal entre padre e hijo, y también caminar de la mano con el
narrador para ir descubriendo pistas, tejiendo posibilidades y sumando certezas
sobre el misterio que se plantea en un inicio, a través de un e-mail, y que
será el eje transversal de la novela.
![]() |
Foto: portal web "Libros a mí". |
Finalmente, cabe resaltar que la crítica ha sido contundente en recomendar esta novela. Nona Fernández, actriz y escritora chilena, ha indicado que este libro “coquetea con lo fantástico, y que en su justo diseño delinea una experiencia de lectura tan gozosa como perturbadora". Eloy Tizón, escritor español, manifiesta que “esta novela corta nos regala una bonita enseñanza de orfebrería narrativa. Un solo brazuelo, apenas entrevisto, es capaz de poner en solfa el tejido de la realidad”. Y el escritor peruano Luis Hernán Castañeda es categórico: “Historia de un brazo es una novela sabrosa y perturbadora, narrada con habilidad y desparpajo, en la que nada está prohibido, y que ofrece un placer singularísimo”.