miércoles, 19 de febrero de 2025

POR UN 2025 CON MUCHOS LIBROS Y LECTURA (recordamos algunas obras que nos dejó el 2024)

 Por Nando Vaccaro Talledo (febrero, 2025)

El 2024 ha sido un año de novedades editoriales que entusiasmaron a los lectores. Dentro de los libros que pudimos observar en los anaqueles de librerías, sin duda el que causó mayor sorpresa fue En agosto nos vemos, de García Márquez, publicado de manera póstuma a diez años de su muerte. Debo admitir que antes de leer el libro del Nobel colombiano tenía mis reparos, y presumía que no había sido buena idea por parte de sus hijos publicar una obra sin su consentimiento, y que además él no había concluido. Sin embargo, ahora afirmo que fue un total acierto no haber respetado la voluntad de su padre: la novela reproduce los bríos de Gabo, obviamente no a la altura de sus obras monumentales, pero sí se perciben los destellos de su magia inconfundible.



Otra publicación muy esperada fue Le dedico mi silencio. Vargas Llosa ha anunciado que será su última novela, y acaso ese también ha sido un motivo más, de ilusión y nostalgia, para reencontrarnos con la prosa limpia y clara de nuestro Nobel, a través de un tema muy peruano: la música criolla, y la tesis de que ese género musical puede unir al país.

Me animé también a reencontrarme con Murakami, a bordo de su última novela: Los muros inciertos. Esta voluminosa obra ofrece una versión del autor nipón más tranquila que de costumbre, con extensas descripciones, aunque muy vívidas y potentes, pero con la carencia (en mi opinión) de una trama que genere expectación.

En lo concerniente a ficción suelo leer, sobre todo, novelas, y de preferencia realistas. Sin embargo, me animé a incursionar en un género que está en la cornisa entre la ciencia ficción y el thriller. En este caso me refiero a la obra Un mundo sin hombres, de Sandra Newman. Una novela con tintes más utópicos que distópicos, pues, como el mismo título anticipa, el mundo se ha quedado sin hombres (literalmente de la noche a la mañana), y las mujeres deberán elegir entre buscar a sus esposos, hijos y hombres de su vida, o adaptarse a una nueva sociedad, sin las injusticias ni violencias provocadas precisamente por los hombres.  

Otro género al que he dedicado más horas de lectura es al cuento, y en paralelo a un estudio académico sobre el mismo, lo cual me ha permitido entender y disfrutar más de los relatos. Entre los más memorables puedo citar los siguientes: El hogar del soldado, de Ernest Hemingway; Patriotismo, de Yukio Mishima; Una aventura literaria, de Roberto Bolaño; La culpa es de los Tlaxcaltecas, de Elena Garro; Los residuos de la felicidad, de Francis Scott Fitzgerald; Una vida de verdad, de Alice Munro; Bola de Sebo, de Guy de Maupassant; Una hilera de ginkgo, de Yasunari Kawabata.

Por supuesto, también he recurrido a ensayos y a obras de investigación, sobre todo en el campo de las ciencias sociales, la psicología y la filosofía. Debo destacar el libro Educar para sentir, sentir para educar, de la psicóloga chilena Pilar Sordo; una guía maravillosa para padres y maestros, que nos ayuda a comprender mejor a nuestros hijos y a repotenciar nuestra relación con ellos, y modificar, para bien, nuestros esquemas de crianza.

Tampoco podían faltar mis relecturas y pequeñas dosis de poesía. Volver a las páginas de La tregua, del uruguayo Mario Benedetti, ha sido un placer enorme, a lo que prosiguió la visualización de la versión fílmica (adaptada, producida y realizada en Argentina con un elenco de lujo allá por los años de 1970). En cuanto a los versos, el año pasado han estado en mi mesa de noche la melancolía y las añoranzas de Alejandra Pisarnik.

Finalmente, pero no por ello menos importante, están las obras de escritores piuranos, a quienes he podido acompañar en las presentaciones y a través de las lecturas (y en algunos casos, cuando el tiempo ha sido benigno, también con una reseña en mi blog). Entre ellas: El primer peruano, de Ricardo Ráez; Cuentos de amor y música, de Marita Rishing; Mamá Suyay, creadora de nieve, de Antonio Zeta; Una mirada al vuelo, de Alberto Machuca; entre otros.

Y para este 2025 la intención es, desde luego, leer cuanto se pueda, y continuar promoviendo la lectura a través del blog “La palabra brota”, y de otros espacios en los que colaboro habitualmente. Como bien decía la historiadora y periodista Bárbara Tuchman: “Los libros son compañeros, maestros, magos, los banqueros de los tesoros de la mente. Los libros son la humanidad en la impresión”. Y para el cierre de la presente, recordemos al gran Cervantes, autor de Don Quijote de la Mancha, quien reconocía la importancia de la lectura al afirmar que "el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".

 

 

lunes, 10 de febrero de 2025

Reseña de la novela LOS AMIGOS DE JUNTO AL MAR (Por Valeria Rodríguez Vilela)

 Por Valeria Rodríguez Vilela

Los amigos de junto al mar no es simplemente una novela que evoca el pasado, sino un reflejo atemporal de lo que significa ser adolescente. Aunque la historia se desarrolla en otra época, sus relatos, emociones y conflictos se mantienen vigentes en nuestra realidad. Nos demuestra que, a pesar de los cambios, el amor, la amistad, la búsqueda de identidad y los desafíos de crecer siguen siendo universales.

Uno de los temas más intensos que aborda la novela es el amor en la adolescencia. Esos momentos llenos de intensidad, en los que cada detalle se siente más grande de lo que realmente es, experimentando una fuerte atracción, el deseo de comunicarse y la urgencia de iniciar conversaciones, de intercambiar palabras y de buscar cualquier excusa para estar cerca, y al mismo tiempo, el miedo inevitable al rechazo, nos recuerda que la incertidumbre es natural y que, a pesar de los nervios, lo fundamental es vivir cada experiencia plenamente. Es ese primer amor que te llena de alegría, pero también de dudas. ¿Le gustaré? ¿Diré algo tonto? ¿Me corresponde de la misma manera?

En la obra, las relaciones amorosas entre los amigos reflejan la complicidad que surge cuando comienzan a tener pareja. Mientras leía esas páginas, no pude evitar recordar que, en la actualidad, mi generación tiene un término para describir este tipo de situaciones: 2pa2. En el caso de la novela, al tratarse de un grupo de seis, podríamos llamarlo 3pa3. Este concepto se basa en la idea de enamorarte al mismo tiempo que tus amigos. Se convierte en una especie de dinámica en la que las parejas se forman casi en paralelo, compartiendo experiencias, salidas y hasta consejos sobre la relación del otro.

Sin querer spoilear, es decir adelantar los detalles de la trama, debo mencionar que la novela muestra de forma realista las relaciones de amistad: discusiones, peleas, rumores y desconfianzas surgen de nuestra inmadurez e influenciabilidad. A menudo, en esa etapa, preferimos compartir momentos con amigos en lugar de estar con la familia, porque en ellos encontramos comprensión y apoyo.

Portada y contraportada de la novela Los amigos de junto al mar.

También he notado cómo han cambiado las formas de socializar. Hoy en día, hablamos constantemente a través de mensajes, pero ¿acaso un chat puede reemplazar una conversación cara a cara? Nada se compara con el abrazo de esas personas especiales y con la conexión real que se siente al estar juntos. Un emoji, es decir un icono digital que se usa para expresar emociones, jamás podrá transmitir la calidez de una sonrisa compartida ni el valor de un momento de calidad. Los mensajes tampoco podrán sustituir las cartas en puño y letra, una llamada telefónica que te permite escuchar la voz del ser querido no sustituye una visita en la que se siente el contacto físico y la cercanía humana. La tecnología ha facilitado la comunicación, pero ha restado ese toque personal y auténtico que solo se logra en encuentros reales.

Otro aspecto interesante es el cambio en el entretenimiento. Antes, las cabinas de videojuegos nos permitían controlar el tiempo y el gasto que invertíamos en ellas; hoy, con acceso ilimitado a la tecnología, la forma de divertirse ha evolucionado notablemente. Mis abuelos y padres me comentan que era muy común salir al parque y jugar todos los días. Pero ahora, a mi edad, salir al centro comercial con mis amigas se ha vuelto muy difícil, no tanto por la falta de permiso de nuestros padres, sino debido a la creciente criminalidad que se vive en Piura.

Por otro lado, si alguna vez has sentido una conexión especial con una mascota, seguramente no olvidarás a Browi, el perro que actúa como puente para establecer amistades, este se presenta como un ser independiente que también necesita jugar, recibir caricias y, sobre todo, ser valorado. Ese vínculo incondicional, que pese a ser silencioso, habla de lealtad, compañía y protección, es algo que trasciende el tiempo.

La historia también nos transporta a los momentos mágicos de la adolescencia: el primer beso, las salidas en grupo y los inolvidables bailes en las fiestas. Recuerdo esos quinceañeros que muchos de nosotros hemos vivido, esos sábados en que la rutina se transformaba en risas, música, baile y un sentimiento colectivo. Aunque a veces no vivíamos cada experiencia en detalle, cantábamos y bailábamos como si lo hiciéramos intensamente. Esos instantes, cargados de emoción y espontaneidad, reflejan una etapa en la que el amor y la amistad se fusionan en la alegría de compartir cada vivencia.

Además, la novela aborda la promesa de superación en los estudios y la búsqueda de una vocación. Muchos adolescentes, a mi edad, enfrentamos la incertidumbre del futuro universitario, esforzándonos en academias y tomando decisiones cruciales sobre la carrera que definirá nuestra vida. Tenemos ese miedo constante de errar, que a veces olvidamos que es parte de crecer y madurar.

Por último, la migración es otro tema central en la obra. Se plasma el dolor, la incertidumbre y la soledad que puede sentir un adolescente al crecer sin la constante presencia de un ser querido. La pérdida de alguien que te cuidaba y te enseñaba a ser mejor deja cicatrices profundas, recordándonos que la búsqueda de un futuro mejor a menudo tiene un alto costo emocional.

Si buscas un libro que te invite a reflexionar sobre tu propia vida y te transporte a esos momentos inolvidables de la adolescencia, te invito a leer “Los amigos de junto al mar”. Estoy segura de que te verás reflejado en sus historias y aprenderás que, aunque el tiempo pase, la esencia de esos días de descubrimiento y emoción perdura para siempre. 

Presentadores y autor, durante el lanzamiento de la novela en el auditorio del ICPNA Piura. De izquierda a derecha: Antonio Zeta, José Lalupú, Valeria Rodríguez, Nando Vaccaro y Alejandro Cano.